Invierno en todo su apogeo

Pues bien, todo este largo paréntesis en el blog ha sido causado sobretodo por nuestro viaje de Navidad a España. Son tantas las cosas que hay que preparar, y tantos planes por confirmar, que no he tenido tiempo de nada. Supongo que a "todos los ex-patridos" de vuelta a casa por Navidad les habrá pasado lo mismo.

Sorprendimos a nuestras familias (cómo en el anuncio de televisión) llegando dos días antes de lo esperado: un bonito recuerdo, verles a todos la cara de sorpresa.

Pero sobretodo, hemos disfrutado de unos cuántos días en nuestro país, con un tiempo primaveral, cerca de la playa (puesto que la costa se echa muchísimo de menos en Eslovaquia). Hemos comido ¡¡pescado!!...mucho pescado, nos hemos recargado las reservas de Omega3; y lo más importante de todo: hemos compartido un tiempo con nuestras familias y amigos. ¡Hasta la próxima!

Carretera de Cabo de Gata - Almería, al atardecer.

Costa de Granada a pocos kilómetros de Carchuna

Y ahora, a la vuelta en Eslovaquia, afortunadamente, el tiempo está extrañamente cálido...cómo dicen aquí. ¿cálido? Bueno, sí...disfrutar de unos días soleados con unas máximas de 9º...cuándo deberían ser de -9º, pues no está mal, y la verdad, es que se agradece.
Tanto, que el fin de semana pasado hicimos un par de excursiones a unos lagos cerca de Kosice. Los pueblos en cuestión son Margecany, más al norte, con una lago inmenso y cristalino. Y el otro, fue Bukovec, bastante cerca de la ciudad, al oeste.

El pueblo de Margecany se encuentra entre los afluentes Hornad y Hnilec Ružinská; y se ubica en el margen de una presa. El pueblo es de una tranquilidad "fantasmagórica"; aunque es verdad que fuimos en domingo a la hora del almuerzo; y parecía que todo el mundo había dejado sus tareas de lado y se había ido a comer. Por lo que leímos luego, parece ser que el pueblo se ha inundado varias veces por culpa del lago, y es que está justo por debajo de su nivel.

Pues, cómo siempre digo, hay que aprovechar de los paisajes a los que no estamos acostumbrados, porque puesto que somos nómadas, no sabemos dónde estaremos el invierno que viene. Para almerienses como nosotros este tipo de bosques son muy llamativos y espectaculares, y qué decir del clima. Ir por la calle y que empiece a nevarte en cualquier momento. Aquí os pongo unas fotos de finales de diciembre, así que... ¡¡¡os dejo nevados!!